Dos películas sobre lo invisible, lo oculto, lo escondido, sobre el gran fuera de campo de las imágenes contemporáneas: Corea del Norte. De formas muy distintas, estas dos películas abordan la pregunta de cómo filmar lo invisible, y lo que no se puede filmar, cómo representar en imágenes aquello que genera solo las imágenes que el poder diseña, difunde y controla. A través de estrategias diversas, Songs from the North, primer largometraje de la norcoreana, residente en Estados Unidos, Soon-MiYo, presentado en el pasado Festival de Locarno, y el cortometraje Village Modèle, plantean respuestas diversas a su relación con la memoria, la historia y las imágenes de su propio país. En el caso del largometraje de Mi Yo, el trabajo con materiales de archivo, descontextualizados, y sometidos a una relectura ajena a la propaganda, combinados además con entrevistas al padre de la realizador, terminan por dibujar una idea precisa de ese estado que se entiende a sí mismo como un gran padre que ha de controlar qué imágenes consumen sus hijos-súbditos, que no ciudadanos. GdPA

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