(Cabecera: Imagen vinculada al proyecto ZIKUÑAGAKO AMA)
Manu Yáñez
En la pasada edición del ZINEBI (Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao), se celebró el quinto Foro Profesional de Cine Documental de Bilbao ZINEBI Networking. Con este foro, ZINEBI aspira a “contribuir al fortalecimiento del tejido audiovisual regional, así como a la dinamización de la relación que existe entre agentes del sector y las instituciones locales e internacionales de la industria cinematográfica y audiovisual”. Como parte de este esfuerzo, el ZINEBI Networking incorporó en 2022 dos premios valorados en 10.000 euros. Uno de los premios fue para el proyecto ZIKUÑAGAKO AMA, dirigido por el cineasta y productor donostiarra Pello Gutiérrez, quien en 2007 cofundó, junto a David Aguilar, Juanmi Gutiérrez e Iñaki Sagastume, el colectivo Zazpi T’erdi, dedicado a la no ficción, experimentación, el cine expandido y la creación audiovisual en obras teatrales. Aprovechando el premio en ZINEBI, entrevistamos a Gutiérrez acerca de su nuevo proyecto fílmico.
La sinopsis de ZIKUÑAGAKO AMA hace referencia a “un documental de 1977 confiscado por la Guardia Civil” y a “la muerte de un padre”. ¿Cómo explorará el film la relación entre la memoria histórica y la personal?
La película ZIKUÑAGAKO AMA parte de una anécdota personal: un cortometraje de 1977 filmado por mi padre, que tiene un hueco en su interior. La guardia civil confiscó parte del material del rodaje y el montaje del cortometraje evidencia la falta de este material con un hueco negro en su interior, y con una voz en off que relata lo sucedido. Este punto de partida se une al misterio de la desaparición de la virgen de la ermita de Zikuñaga, en Hernani (Gipuzkoa). Esta virgen fue robada en 1979 y sigue sin aparecer. Todas estas historias confluyen en una reflexión sobre el nexo entre imágenes y memoria. ¿Qué función tienen las imágenes en la recuperación de la memoria? ¿Qué relación hay entre las imágenes y la realidad que simbolizan? ¿Qué ocurre cuando faltan esas imágenes? ¿La creación de imágenes es una manera de recuperar esa memoria que se está perdiendo? ¿Por qué damos más importancia a una imagen original que a su réplica, cuando ambas son una construcción que se refiere a una misma realidad simbólica?
El gesto de avivar una memoria obstinada ya se hacía presente en tu película El síndrome del vinagre(codirigida con David Aguilar), donde confluía un estudio del paisaje, de testimonios orales y fílmicos.
En el caso de El síndrome del vinagre la aproximación era directamente política. En ZIKUÑAGAKO AMA, al tener un origen muy personal, esa aproximación difiere a un terreno más íntimo. La película también es profundamente política, pero esa política es más sutil e indirecta. Por otra parte, ambas películas comparten varias premisas temáticas y estéticas. Por ejemplo, en ambas hay una obsesiva búsqueda de imágenes de archivo. En el caso de ZIKUÑAGAKO AMA esta búsqueda la propicia el archivo fílmico de mi padre y la ausencia de algunos rollos de Super-8, pero la película también es una búsqueda de las imágenes que conforman la identidad del barrio de Zikuñaga, en Hernani. El barrio es una comunidad muy cohesionada que intenta recuperar su dignidad, en un territorio que poco a poco está siendo comido por el paisaje industrial. El barrio necesita las imágenes y los símbolos para conseguir esa cohesión e identidad.
El trabajo del colectivo Zazpi T’erdi enlaza obras puramente fílmicas con experiencias híbridas, en la frontera con otras disciplinas artísticas. ¿Dónde se situará ZIKUÑAGAKO AMA?
En el caso de ZIKUÑAGAKO AMA la aproximación es directa. Se trata de un documental de creación, con bastante vocación autoral. Sí que tiene algún elemento estético que se podría acercar a lo experimental en momentos puntuales, pero en general no se adentra en terrenos de cine expandido o formas más abstractas/experimentales. En cuanto a la manera de trabajar, esta película la firmo yo en primera persona porque se trata de un tema directa e íntimamente unido a mí, pero el trabajo sigue siendo muy colectivo. El proceso creativo de Zazpi T’erdi es totalmente colectivo y tanto la escritura del guion como todas las tomas de decisión en cuanto a la realización y al montaje se dan en consenso, en colectivo. No sabemos trabajar de otra manera y creemos que es muy enriquecedor.
¿Qué significa para el proyecto de ZIKUÑAGAKO AMA haber ganado el Premio EITB del ZINEBI Networking 2022?
Para nosotros ZINEBI Networking 2022 ha sido un gran apoyo. No solo el premio en sí, que consolida nuestra propuesta, sino la participación en las jornadas. Como todos, cuando tienes un proyecto en proceso todavía hay muchas dudas sobre por dónde tirar. El contacto con otros profesionales, la presentación en público de los proyectos y la respuesta del público han sido una gran ayuda al proyecto. Teníamos claro que nuestro objetivo en ZINEBI Networking era que las jornadas nos sirviesen de reuniones de trabajo para mostrar el proyecto y aprender de las opiniones de todas las miembros del jurado y de los demás proyectos participantes. Y así ha sido. Creo que ha sido muy enriquecedor. Y finalmente, el colofón del premio nos ayuda tanto económicamente como en prestigio. La verdad es que Zazpi T’erdi tiene una gran relación con ZINEBI, hemos participado en anteriores ediciones del festival en diferentes secciones y siempre nos hemos sentido muy queridos y apoyados.