Página web de L’Alternativa. Festival de Cinema Independent de Barcelona (2022)

LA VISITA Y UN JARDÍN SECRETO Irene M. Borrego | España | 2022 | 65 min.

El documental La visita y un jardín secreto, de Irene M. Borrego, recoge la sabiduría de la pintora Isabel Santaló, cuya lucidez artística y espíritu transgresor se mantienen intactos pese a su avanzada edad. La historia de Santaló se asienta sobre fuerza contrapuestas. Por un lado, está su pertenencia a una clase acomodada, que sobre el papel ha supuesto una ventaja de cara a desarrollar una carrera artística. Sin embargo, esa misma condición social la llevó a enfrentarse a su familia para defender su vocación por encima de un mandato tácito que le imponía casarse y formar una familia. En el ámbito burgués, a los obstáculos inherentes a la falta de oportunidades para las mujeres, cabe añadir la necesidad de demostrar que los logros no solo se deben a las facilidades materiales y a una buena educación.

Todo este sino vital es estudiado con pausa y lucidez por Borrego, que abre La visita y un jardín secreto –ganadora de la Biznaga de Plata a la Mejor Dirección de Documental en el Festival de Málaga– con el registro silencioso del entorno doméstico de la pintora, quien vive en una casa humilde con su faraónico gato Ramsés y una asistenta doméstica. La tranquilidad se verá perturbada por los hallazgos que su sobrina, la propia cineasta, aporta a través de las declaraciones del pintor Antonio López –coetáneo de Santaló– y de otros allegados. Los momentos más luminosos de la cinta llegarán con las intervenciones de Santaló, cuya descripción del proceso creativo, basado en la búsqueda del accidente, genera una agitación emocional ineludible. Cabe destacar la inteligencia que demuestra Borrego al no mostrar la obra de Santaló, poniendo así en valor su legado inmaterial: la pasión por la vida de una artista repudiada y difamada por su propia familia, cuya carrera se ve sesgada, como la de tantas otras mujeres, por la dureza de los tiempos que le tocó vivir. Laura Carneros

DESCARTES Concha Barquero y Alejandro Alvarado | España | 2022 | 21 min.

En el cortometraje Descartes, Concha Barquero y Alejandro Alvarado llevan a cabo una ejemplar labor de arqueología crítica. Como explican unos intertítulos introductorios, el film surgió a partir de una visita de los realizadores a Filmoteca Española en el año 2016. Durante una investigación sobre el film Rocío de Fernando Ruiz Vergara –una obra censurada a principios de la década de 1980–, Barquero y Alvarado dieron con 260 rollos de negativo de 16mm que contenían los descartes del montaje final de aquel documental maldito, que ahondaba en los orígenes de la hermandad del Rocío. Con este valioso material de archivo en las manos, la pareja de cineastas construye una fascinante odisea plástica que, a la manera de Bill Morrison, centra su propuesta estética en la degradación de un metraje que ha resistido a duras penas el paso del tiempo. Así toma forma un recorrido por imágenes palpitantes, horadadas o descoloridas –en algunos casos se presentan en negativo– que atraviesan, maltrechas, pero perfectamente inteligibles, cuatro décadas de la historia de España, hasta convertirse en un testimonio alarmante de la pervivencia de los pecados originales de la Transición: la perpetuación de la desmemoria y el enquistamiento de un autoritarismo de tintes fascistoides.

Como se especifica en DescartesRocío fue la primera película secuestrada y censurada judicialmente en España después de la aprobación de la Constitución de 1978. Una afrenta al espíritu de la democracia ejercida por unos jueces que “privilegiaron el honor frente a la libertad de expresión”, en concreto, el honor de uno de los cabecillas de la represión fascista que aconteció en Almonte durante la Guerra Civil. Una memoria silenciada, pero obstinada, que Barquero y Alvarado invocan mediante una suerte de aullido audiovisual ahogado: imágenes silenciadas por la censura que llegan al espectador mudas, dado que su sonido no llegó a preservarse. Lo filmado por Ruiz Vergara a finales de la década de 1970 es reconvertido por Barquero y Alvarado en una fantasmagoría centelleante. Reconociendo las diferencias relativas a la praxis, cabría establecer un vínculo conceptual entre Descartes y la seminal Vampir, Cuadecuc, aquel anti-makingof vanguardista con el que Pere Portabella hizo aflorar las latencias fílmicas y políticas ocultas en El conde Drácula de Jesús Franco. Por su parte, Descartes abre en canal Rocío para exponer su elocuente subtexto –las liturgias y las imágenes de “señoritos” confrontadas con el exceso de aires paganos, incluso con un deje queer– y sus heridas de guerra: la imagen de Franco arrodillándose frente a la Virgen, los trabajadores agrícolas empuñando una bandera rojo-sangre.

En uno de los giros más obvios de Descartes –una obra, por lo general, tocada por el misterio–, Barquero y Alvarado deciden introducir la lectura en off de la resolución de censura sobre Rocío. Con la pompa casposa característica de los edictos del antiguo régimen, la sentencia judicial condena la “inoportuna e infeliz recordación”, por parte de la película de Ruiz Vergara, de “hechos ocurridos tras el 18 de julio de 1936”, un ejercicio de memoria que, según el juez, atienta contra la necesidad de “no levantar rencores”. Por su parte, Descartes, una obra oportuna como pocas, se construye desde una urgencia que invita a levantarlo todo, sobre todo el recuerdo de los caídos a manos de la barbarie fascista. En otro gesto locuaz, Barquero y Alvarado rememoran, uno por uno, a los represaliados por el régimen en Almonte. Un pasaje en el que la imagen (que muestra los nombres y apellidos de las víctimas) se hermana con el sonido (la lectura en off de los mismos) para dar forma fílmica a un resonante ejercicio de restitución de la dignidad. Manu Yáñez

FE Maider Fernández Iriarte | España | 2022 | 24 min.

Situándose entre la credulidad y el escepticismo, Fe, el nuevo cortometraje Maider Fernandez Iriarte (Mención Especial del Jurado en Málaga), presenta a un conjunto de profesionales de la medicina que discuten sobre un caso de curación que ha sido propuesto para su calificación de milagro. La pieza sigue la senda del anterior trabajo de la realizadora, el largometraje Las letras de Jordi, en el que se acercaba a las vivencias de un hombre en situación de dependencia envuelto en una crisis de fe, cuyo único anhelo era volver a visitar Lourdes. En esta ocasión, regresamos al santuario francés a través del relato de Sofía, protagonista de Fe, que no aparece en pantalla pero que cuenta, a través un archivo de audio, su experiencia tras encontrarse con la Virgen. De manera indirecta, conocemos más detalles de su caso a través del debate de los profesionales. El film afianza su interés en la originalidad y el carácter sorpresivo de su temática: parece casi inverosímil que, hoy en día, persistan los debates científicos acerca de la intervención divina en casos extraordinarios de sanación. Además, Fernández Iriarte saca partido del amplio abanico de perspectivas que confluyen en una discusión que transita entre los ámbitos de la medicina y la filosofía. Laura Carneros

A LOS LIBROS Y A LAS MUJERES CANTO | María Elorza | España | 2022 | 72 min.

A los libros y a las mujeres canto se propone establecer puentes entre diferentes mujeres y generaciones hablando de cuestiones tanto vitales como azarosas del mejor modo posible, dándose la menor importancia, prestando atención a los rostros y voces de sus protagonistas. Además, el film desvela todos los recovecos por los que la literatura se inmiscuye en nuestras vidas. Si en La Eneida Virgilio aseguraba que “a las armas y al hombre canto”, María Elorza transforma aquella cita para componer un film-poema dedicado tanto a la literatura como a las mujeres a las que les ha cambiado la vida. En la película, son cuatro mujeres (cinco si tenemos en cuenta la participación de la hermana de la directora) las que hablan de vidas repletas de imágenes literarias que lo llenan todo. El documental se pregunta acerca de la función de esas imágenes y de los orígenes de esa necesidad vital. Y, para hallar respuestas, Elorza no sólo se centra en los relatos hablados de sus protagonistas, sino que también confecciona un collage de dibujos, objetos, material de archivo y palabras.

A través de la mezcla de testimonios, formatos (pasamos del Super 8 al digital, de la imagen fija al movimiento) e idiomas (el italiano conforma una parte importante del tono lírico de la cinta, así como el japonés) se conforma la idea de las bibliotecas como un jardín, de los libros como un caballo de Troya gracias al cual acceder a otros mundos e ideas, de la poesía como manto que te cae encima y de las formas que todos tenemos de llevar la teatralidad a la vida. También se habla de los “bibliocaustos” fascistas, de la necesidad (o no) de desprendernos del papel para deshacernos del pasado, de los límites de la literatura frente al poder del imperialismo y de cómo, tal vez, la gran literatura se esconde en los cajones de la gente sencilla.

En A los libros…, el mimo por el detalle y por la anécdota brillan por encima de las ideas supuestamente trascendentales. En el film se habla de Goethe, Lenin o Baroja como si fuesen nuestros tíos, mientras que lo aparentemente anecdótico –un coche que hace la función de biblioteca o unas cigarreras que liberaban cada día a una de sus trabajadoras para que les leyera en voz alta– alumbra un cine repleto de ideas. Se habla de los autores de una manera próxima porque las protagonistas les han leído de cerca, de un modo similar a cómo Elorza las escucha a ellas. El resultado final es tanto un poema como un canto, un collage y una representación. Pero, sobre todo, A los libros y a las mujeres canto es un juego fílmico en el que la reflexión no está reñida con la diversión. Endika Rey

CABALLO DE ESPUMA Juanjo Rueda | España | 2022 | 20 min.

Con su cortometraje Caballo de Espuma, Juanjo Rueda regresa, después de Litoral, a la narración en primera persona. En este caso, amplía el encuadre y aborda una serie de episodios familiares acontecidos mayormente durante su infancia. La excusa, o la oportunidad de este regreso al pasado, viene propiciada por la supuesta despedida, casi forzosa, de la casa donde el cineasta vivió hasta los diez años. El cortometraje se estructura en tres capítulos, oscilando entre el diario personal, el retrato de la generación de los padres del director y la meditación acerca de la pérdida. En su dimensión memorística, Caballo de espuma se topa con las limitaciones que puede imponer la cercanía extrema al objeto de estudio –una cierta falta de definición, cuando la mezcla de recuerdos nubla el objetivo del film–; sin embargo, Rueda halla el rumbo cuando propone conectar el discurso sobre el pasado con unos deseos futuros. Para ello, flirtea con ciertos toques de surrealismo y humor que apuntan hacia nuevas áreas expresivas que quizá marquen el camino hacia próximos proyectos.Laura Carneros