A punto de cumplir 90 años y pese a algunos problemas en la vista que se hacen explícitos durante la película, ese mito viviente del cine francés que es la directora de Cléo de 5 a 7, Sin techo ni ley, y Los espigadores y la espigadora nos presenta ahora un documental ensayístico codirigido junto a JR, un artista callejero y fotógrafo de culto en Francia. Pese a la notoria diferencia de edad (JR, típico hipster, tiene 35) y de estilos, ambos se admiran mutuamente y decidieron hacer un trabajo conjunto. Así, Agnès Varda y JR viajan por toda Francia en camioneta descubriendo historias de vida de gente común, fotografiándolos y pegando luego gigantografías en blanco y negro de esas imágenes en lugares de fuertes implicancias emocionales.

Tierna, sensible e hilarante a la vez, profundamente humana en la charla, por ejemplo, con las esposas de unos trabajadores portuarios en crisis (también dialoga con mineros de carbón, agricultores, trabajadores de fábricas, productores de quesos, camioneros y un largo etcétera), Caras y lugares es un viaje anárquico en el mejor sentido del término (sin cálculo ni rumbo fijo) que apuesta a descubrir la grandeza que reside incluso en los individuos “comunes” o anónimos. Como guinda del pastel, la película se cierra con una visita a la casa de Jean-Luc Godard, un viejo amigo y alguna vez compañero de rutas de Varda. No conviene adelantar nada sobre el resultado, pero es un momento de una intensidad tragicómica desgarradora.