En un lapso de 12 años, los directores franceses Benoît Deléphine y Gustave Kervern se han convertido en un dúo de referencia en el ámbito de la comedia negra europea. Desde su debut de 2004, Aaltra, hasta su última película, Saint Amour, estrenada en el pasado Festival de Berlín, estos especialistas en la confección de sátiras políticamente incorrectas han permanecido fieles a su estilo. Maleable, enigmático, y siempre original, su imaginario se sostiene sobre tres pilares esenciales: la grosería, la doblez maquiavélica y la puesta en escena de sus conocimientos de filosofía, poesía, música y pintura. En otras palabras, Deléphine y Kervern son expertos en maquillar la temeridad e imprudencia sus guiones mediante ilustradas lecciones de arte. Un delicado equilibrio que, afortunadamente, no nace de una fórmula preestablecida sino que emerge del combate dinámico entre el humor negro y la intelectualidad. En este sentido, films como Aaltra, Louise Hires a Contract Killer, Mammuth, Le grand soir o Saint Amour se decantan por el cinismo letal; mientras que en Avida, o en la magnífica Near Death Experience dominan las muestras de erudición y las reflexiones existencialistas.

Las similitudes entre Avida y el penúltimo largometraje del dúo francés son notorias: la primera podía leerse como un homenaje encubierto a Salvador Dalí –el título aludía al anagrama que acuñó André Breton, ‘Avida Dollars’, para referirse al artista surrealista de forma despectiva–, mientras que Near Death Experience honra la figura de Charles Baudelaire. La sexta película de Delépine y Kervern se abre con una nota de agradecimiento al poeta simbolista y se cierra con la recitación de uno de los sonetos más célebres de Las Flores del Mal, “Elevación”, donde se expone el deseo de escapar del sufrimiento de la mundanidad, envidiando a aquellos que pueden elevarse y dejar atrás el pesar del spleen. No sería descabellado describir Near Death Experience como una curiosa adaptación cinematográfica del poema de Baudelaire, donde un hombre huye a las montañas para debatirse entre elevarse –es decir, suicidarse– o seguir codiciando el coraje de aquellos que lo detentan.

Near_Death_Experience_2

Tratándose de una comedia negra de estos seguidores de Aki Kaurismäki –a quién obsequiaron con un papel secundario en Aaltra–, la solemnidad de Near Death Experience se bate en duelo contra un elemento burlesco, un componente grotesco y ridículo que se concentra en la caracterización del personaje principal. Y es que el protagonista del film no es un intelectual del siglo XIX como en el poema de Baudelaire, sino un tele-operador gris y alcohólico que, harto de su mediocridad, abandona a su familia, y viaja al bosque, en bicicleta, para quitarse la vida. Asimismo, para reforzar el patetismo del presunto suicida, Delépine y Kervern confiaron en las dotes de Michel Houellebecq para interpretarlo.

En cierto modo, se trata de un papel hecho a medida para el autor de Las partículas elementales, que en septiembre de 2011 desapareció sin dejar rastro, sembrando el caos mediático. Durante su ausencia, se difundieron dos rumores sobre el paradero de Houellebecq. En primer lugar, se apuntaba un posible secuestro por parte de Al Qaeda, a causa de unas declaraciones públicas en las que el escritor francés había arremetido contra la organización terrorista. Por otro lado, se barajaba un posible aislamiento voluntario, debido a una recaída depresiva. Tras su aparición, pocos días después, el polémico autor no quiso desmentir ni corroborar ninguna hipótesis, dejando el caso sin resolver. Tres años más tarde, la prensa volvió a hacerse eco del suceso, coincidiendo con la presentación simultánea de dos películas protagonizadas por el mismo Houellebecq que abordaban las dos teorías sugeridas. La primera fue la ópera prima de Guillaume Nicloux, El secuestro de Michel Houellebecq, que recreaba el supuesto rapto en a manos de extremistas. La segunda fue Near Death Experience, obra cumbre de Delépine y Kervern: un experimento con alma de film de culto que difumina las fronteras entre existencialismo y absurdo, comedia y tragedia, ficción y realidad.

Proyección de Near Death Experience en La Casa Encendida.